I made wine from the lilac tree
Put my heart in its recipe
It makes me see what I want to see
And be what I want to be
Put my heart in its recipe
It makes me see what I want to see
And be what I want to be
El
bueno de Tim Buckley cantaba a las sirenas allá por 1970, pocos años antes de
morir joven en una agitada noche, envuelto en alcohol sexo y heroína
Tim
nos dejó un puñado de canciones de satén y un hijo bipolar, Jeff, que cantaba
terciopelo, marcado siempre por el trágico destino del padre
Jeff Buckley sólo nos regaló un disco en vida y el cuarto corte de éste fue una
canción escrita en 1950 por James Shelton, Lilac Wine, que ya habían
grabado anteriormente auténticos monstruos como Eartha Kitt o Nina Simone
Mecidos
por Jeff, la canción nos llega dulce y suave. Algo turbia, pero brillante. Tras
unos pequeños destellos de potencia atenuada, se hace sedosa, aterciopelada.
Casi podemos sentir un suave trabajo de lías en la boca y un retrogusto dulce y
amargo de frutas maduras. Es compleja, cambiante. Se para periódicamente en
nuevos destellos para volver a arrancar jirones de terciopelo. Huele a flores
blancas (¡y a lilas, claro!), a atardecer de verano, a mieles, a higuera. El
final es muy largo y persistente. Ha llegado para quedarse en tus sentidos. En
todos ellos
Ahora
solo escucha el silencio mientras acabas la copa de vino que te habías servido
antes de dejar la aguja caer en el surco. El vino ha cambiado...
El
vino marida bien con la música. Será esto causa y efecto por los que miles de
autores se inspiraron en él (y con él) para crear sus melodías.
Se
cuentan por miles también las canciones del vino. Por ello creé hace unos cinco
años una lista de Spotify que lleva el "original" nombre de
"vino, wine, vinho, vi, weine, vin" y que pretende recoger músicas
relacionadas de una u otra forma con el producto de nuestros viñedos. Os invito
a visitarla, a seguirla, a catarla. Es, cuanto menos, ecléctica y curiosa
Y
Jeff escuchó el canto de las sirenas a las que cantaba su padre y fue a
buscarlas en el seno del río Wolf. Entró en él, completamente vestido, mientras
cantaba Whole Lotta Love. Por entonces Jeff era aún más joven que el
bueno de Tim...
Nota
aparte: Otro Jeff, Jeff Carrel, viticultor del Langedoc, inspirado por la
música que escuchaba en casa a su padre, amante del jazz, sacó al mercado un
vino de Cariñena y Syrah al que llamó Lilac Wine
Per Paco Balsera @pacobalsera
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