FAQ (algunas respuestas a modo de explicación)

«Como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar. Que yo, como alcalde vuestro que soy, os debo una explicación, y esa explicación que os debo, os la voy a pagar, porque yo, como alcalde vuestro que soy...»

Pablo, el alcalde (José Isbert) en Bienvenido, Mr Marshall

Luis García Berlanga

Sí, supongo que os debo una explicación, o un manojo de ellas...
Para empezar disculparme con Clara y Jaume (o Jaume i Clara, tanto monta...).Ello me dan la mano, yo me tomo el brazo, ellos me ceden un espacio (eternamente agradecido) en una plataforma en la que han invertido gran cantidad de horas de trabajo e ilusión, un espacio que pretende hacer disfrutar y enseñar sobre un tema que queda más que claro sólo con conocer su nombre, La Gastronómica, y yo acabo pergeñando algo que, como mucho, tiene más de literario que de gastronómico
Me disculpo por ello, pero, en todo caso, entiendo que no tiene por qué considerarse el mío un debut fallido, creo que es una buena forma de introducirme a mí mismo y preparar a los posibles lectores para lo que pueden llegar a encontrar en mis textos

¿Y qué vais a encontrar en mis textos? (permitidme el tuteo)
Doy por sentado que, con los padres de todo esto y con el resto de compañeros de blog, queda más que cubierta la panoplia de saberes que atañen a esta obra colectiva. Y, aunque siempre diversos puntos de vistas enriquecen una misma materia, no seré yo, pobre aprendiz de todo y maestro de nada, quien vaya a enmendar la plana a ninguno de ellos, así que he elegido un tema en el que me siento especialmente cómodo: la cultura. ¡Eah! Así de fácil. Dicho con esta insolencia. Y una vez propuesto el tema, caigo en la cuenta del lío en el que me he metido. La Cultura... no es moco de pavo...

¿A qué me refiero con cultura?
Es fácil encontrar escritos sobre la cultura del vino (y otros elementos gastronómicos). No quiero, repetir, no lo considero necesario, quiero acometer el titánico esfuerzo de darle una vuelta al asunto, de escribir sobre el vino en la cultura y las artes. Es decir, el vino en la literatura, la pintura, el cine, ¿la arquitectura? por supuesto, la música... Bucearé, a veces, en la historia, apuntaré algunos retazos de ciencia, intentaré tumbar algunos mitos que circulan por ahí y si se da el caso, tocaré algún tema de "rabiosa" actualidad (manida expresión)... Y, ¿por qué no? Un poquito de cultura del vino

¿Escribiré solo sobre vino?
No. Soy enólogo, por lo que me siento cómodo hablando sobre vino, pero intentaré diversificar al máximo (también poseo por alguna parte un papel donde se puede leer mi nombre al lado de la palabra "sumiller"), exprimiendo mis conocimientos, investigando en mis lagunas culturales

¿Qué quería contaros en mi primer post, aparte de demostrar mi absoluta insanía?
Demasiadas cosas, espero que podáis ser capaces de verlas e interpretarlas a vuestra conveniencia
Una de las cosas principales, y que más me preocupan últimamente, es ver cómo en determinados círculos nos olvidamos a veces de disfrutar (es un mal endémico del enólogo tratar de encontrar defectos a la hora de catar vinos), de querer probar cada vez más cosas, de dar prioridad a grandes elaboradores sobre humildes posibles descubrimientos, de no acabar una botella y empezar la siguiente, de estar dispuestos a escupir para seguir bebiendo (tómese esto también como metáfora)...
También me asusta que a veces impostamos al hablar de vino, le damos demasiada transcendencia al asunto, lo acometemos a veces de manera falsaria, usando lugares comunes y amedrentando al personal. Por supuesto, hay profesionales que consiguen todo lo contrario, que saben transmitir, volver a ilusionarnos, abrirnos los ojos. Ahí tenemos a Clara (espero no se note mucho el peloteo a la jefa...)

En cuanto a catar, para mí es un asunto intelectual. Implica unos conocimiento y un acto reflexivo. No necesitamos saber catar bien para disfrutar un vino, pero es un valor añadido. No necesitamos saber de pintura para disfrutar a Van Gogh, ni de arquitectura para alucinar con el Guggenheim, ni estudiar cine para entender Blade Runner, ni conocer la relación entre matemáticas y música para emocionarnos con Bach, ni saber empuñar un escoplo para sufrir el Síndrome de Stendhal al enfrentarnos con el David de Miguel Ángel... Pero creedme, con todos esos conocimientos y con la debida reflexión, la experiencia aumenta exponencialmente

¿Serán todos mis post un leño interminable e insufrible?
Tiendo a enrollarme, lo sé, pero trataré de contenerme. Espero que la respuesta a esta última pregunta sea: no, espero que se os hagan fáciles de leer, amenos, os sirvan para reflexionar, para aprender algo y, si es posible, os diviertan

Acaba aquí el momento para las respuestas fáciles, empecemos, pues, a hacernos las preguntas correctas

Per Paco Balsera